"La guerra no conoce la piedad". El cardenal Konrad Krajewski, rezó ante los numerosos cuerpos enterrados en fosas comunes en Izium.
Al concluir la oración mariana, Francisco volvió a dirigir un pensamiento "al pueblo ucraniano torturado" y a "toda tierra ensangrentada por la guerra".
"La misión no se detiene, mañana me voy y sigo adelante, en la ciudad más destruida, Kharkiv", expresó el cardenal Konrad Krajewski.
Por cuarta vez, el Limosnero del Papa visita en estos días Ucrania por deseo del Santo Padre para llevar la solidaridad y confirmar en la fe a un pueblo "atormentado".