Francisco inicia su viaje internacional número 40. Se describe como una misión de paz en el corazón de África.
En su mensaje de febrero, el pontífice las invita a poner un cartel que diga "Entrada libre" y a que sean realmente comunidades: centros de escucha, de acogida y con las puertas siempre abiertas.
Francisco expresó su preocupación por la situación en Jerusalén y en Gaza, tras los asesinatos de palestinos en acciones militares antiterroristas israelíes y de judíos al salir de una sinagoga.
El Papa reflexionó sobre los "bienaventurados", invitando a aprender de los pobres de espíritu, que reconocen el bien que viene de Dios y atesoran lo que reciben sin desperdiciarlo.