Desde su fundación, el 11 de junio de 1956, AICA permaneció siempre fiel a la misión confiada por el Episcopado y al consejo recibido de Pío XII, quien cuatro meses después del lanzamiento de AICA, el 26 de octubre de 1956, en una audiencia especial concedida a dirigentes de agencias católicas, les decía: “El ideal de la agencia de prensa consiste en conservar la objetividad más franca. Los exhortamos a tender siempre hacia este ideal y en todo caso, a no sacrificar jamás la verdad, el precepto divino y el bien común para satisfacer a los amos de turno… Si siguen esta línea de conducta, encontrarán siempre dos fuerzas de apoyo: la protección divina y la aprobación de los hombres de bien; y estas dos fuerzas son, en definitiva, las más decisivas”.
AICA emite un servicio informativo diario de noticias del universo católico que cubren acontecimientos nacionales e internacionales. Se envía a más de 65.000 direcciones de correo electrónico y que, además, numerosos lectores redistribuyen por sus propios medios la información que reciben.
Su sitio web (www.aica.org) se inició en 1996 y fue de los primeros portales católicos de habla hispana. Actualmente es el más visitado de la Argentina, en su segmento, con 4.000.000 de visitantes anuales. Contiene miles de datos y documentos archivados. Las noticias se actualizan varias veces al día, según vayan sucediendo y se han incorporado noticias en video del canal Vatican News. Desde la página web de AICA los usuarios pueden compartir las noticias que consideren de interés.
Redes sociales. Con su página en Facebook, su portal en Twitter, su cuenta en Instagram, y el servicio de envío de noticias por WhatsApp, AICA agrega un potencial universo de más de 100.000 personas a las cuales llega con la “Buena Noticia”. También posee su canal de Youtube con decenas de videos.
Boletín quincenal de noticias en papel, enviado por correo postal.
Documentos completos de la Santa Sede, del Episcopado y de otros organismos de la Iglesia.
Evangelio, santoral, y propósito diario.
Asimismo edita periódicamente la Guía Eclesiástica Argentina y sus suplementos de actualización. Ésta contiene mapas de las diócesis, fotografías y datos de los obispos e infinidad de informaciones de la Iglesia, desde la Curia Romana hasta la más apartada parroquia de nuestro país.
Los fines están claramente presentes, los medios tecnológicos pertenecen a la última generación, el personal periodístico, técnico y administrativo está consustanciado con “la Buena Noticia” que es el pan de cada día. Gratifica que AICA haya alcanzado el plano de notoriedad nacional e internacional de que hoy goza, lo que significa que estos 67 años no han transcurrido en vano.
No podemos olvidar a quienes echaron las bases de AICA a partir de los obispos reunidos en aquella asamblea memorable, como también a los prelados que continuaron su labor. Tanto como a ellos, a muchos laicos y organizaciones eclesiales, algunos de carácter internacional, que acercaron su ayuda en momentos críticos o cuando era preciso dar un paso más en la ruta de la modernización.
Existe aún mucho por hacer, muchos frentes para cubrir. Como una continua expansión para llegar adonde todavía la noticia católica se da por cuentagotas; el ojo atento a los recursos que la ciencia y la técnica proponen día a día para un trabajo más abarcador. Por otro lado, insistir en la toma de conciencia por parte del Pueblo de Dios sobre la trascendencia de los medios de comunicación social y el conocimiento de que un medio de difusión es tan importante como un seminario, como una obra de caridad, como un templo.
67 años después del 11 de junio de 1956, las necesidades son las mismas; los medios, mayores. Se impone no quedarse detenido en el tiempo, innovar, crecer para servir mejor a la difusión del Evangelio, que es el programa de vida de los hijos de Dios.
En consonancia con el Papa y con los obispos, bajo la protección de la Virgen de Luján que preside la sede, AICA reitera una vez más su firme propósito de no defraudar a quienes echaron los cimientos de una función moderna, infaltable en todo plan pastoral, a los que la continuaron y mejoraron, ya los que rezan para que subsista en medio del vendaval que hoy arrasa con las mejores intenciones si no cuentan con los medios materiales para concretarlas.