El arzobispo de Córdoba profundizó en el sentido del Sagrado Corazón como símbolo de amor, ternura y esperanza, invitando a dejarse tocar por las mociones del corazón y a renovar la fe.
El arzobispo de Bahía Blanca vinculó el testimonio de los apóstoles Pedro y Pablo con los desafíos del presente y el riesgo de una cultura que juzga sin misericordia.
El obispo de San Francisco recordó el testimonio de los apóstoles Pedro y Pablo y destacó el rol del papa León XIV como custodio de la fe y signo de unidad en la Iglesia.
En la solemnidad de San Pedro y San Pablo, el arzobispo invitó a pedir que "esta Iglesia sea la Iglesia de la libertad y del amor, de la generosidad solidaria y de la entrega a todos los hombres".