Unas 50.000 personas colmaron la Plaza San Pedro, donde Francisco celebró la Eucaristía rodeado de un jardín de más de 38.000 flores y plantas procedentes de los Países Bajos. No pronunció homilía.
Las meditaciones de las catorce estaciones reflejaron los padecimientos de personas en situaciones de migración, guerra u otros conflictos. El Papa siguió la procesión desde el Vaticano.
En un nuevo motu proprio, Francisco introduce cambios al Código de Derecho Canónico de esas Iglesias, similares a los realizados al Código Latino de Derecho Canónico en 2021.
En los cuatro episodios de "La piedra volcada", las voces de Francisco y sus predecesores guían la meditación del Triduo y del Domingo de Resurrección.