El obispo de Río Gallegos presidió la celebración de la fiesta de la Divina Misericordia, que es "Dios que se conmueve con todo su corazón ante nuestra miseria y cuyo amor no tiene límites".
Sus integrantes expresaron el deseo de ser familia para todos los jóvenes, y escuchar sus propuestas, clamores y gritos.
Feligreses de la comunidad de San Blas, del paraje La Palmira (Corrientes), peregrinaron durante 30 kilómetros hasta la Basílica de Nuestra Señora de Itatí el pasado 15 de abril.
El obispo castrense arribó a esa provincia patagónica el lunes 17 de abril, acompañado por los capellanes mayores del Ejército y la Gendarmería. El recorrido concluirá el viernes 21.