La Iglesia realizó las celebraciones del Triduo Pascual dentro de los templos y algunos de los feligreses que desafiaron la prohibición fueron perseguidos y al menos tres de ellos, encarcelados.
El padre Donaciano Alarcón, que se encontraba en el país junto a los padres claretianos, fue desterrado después de la misa del Lunes Santo. Se encuentra en Honduras en buen estado de salud.
Los católicos viven una situación con tristeza, sufrimiento e impotencia. Pero a pesar de las prohibiciones las iglesias, y en particular las capillas de adoración perpetua, están colmadas de fieles.
Mons. Rolando Álvarez, condenado a 26 años de prisión, recibió la visita de sus hermanos en el penal de alta seguridad en Tipitapa, donde está recluido por el Régimen de Ortega.