"No sé qué decir delante de ustedes, sólo decirles que estoy cerca", expresó el Papa a las familias de los mineros polacos fallecidos en las minas de carbón en abril del año pasado.
En la audiencia general, el pontífice hizo un nuevo llamamiento a la oración, tras el ataque con misiles que causó muertes y daños en muchas infraestructuras civiles.
El programa de ayuda iniciado hace casi tres años fue una respuesta a la dramática situación de la salida masiva de personas de Venezuela, sumida en la crisis.
En la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, un sacerdote de la Eparquía ucrania presidió una misa en acción de gracias por el apoyo de Polonia a Ucrania y a los ucranianos desplazados por la guerra.