Jueves 21 de noviembre de 2024

Polacos y ucranianos, unidos en una misa de acción de gracias

  • 27 de julio, 2022
  • Buenos Aires (AICA)
En la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, un sacerdote de la Eparquía ucrania presidió una misa en acción de gracias por el apoyo de Polonia a Ucrania y a los ucranianos desplazados por la guerra.
Doná a AICA.org

En acción de gracias por el apoyo de Polonia y los polacos a Ucrania y a los ucranianos que debieron buscar refugio fuera de su país por la guerra, miembros de ambas comunidades se unieron en una misa de acción de gracias, concelebrada el  domingo 24 de julio en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, sede espiritual de la comunidad polaca en Buenos Aires, en Mansilla 3845, en el barrio porteño de Palermo.

Presidió la celebración de la misa en rito bizantino el presbítero Nazary Kashchak, canciller de la Eparquía Santa María del Patrocinio en Buenos Aires de los Ucranios y párroco de la Catedral Católica Ucraniana.

Concelebraron los sacerdotes Krzysztof Domanski SVD (de la Iglesia polaca de Buenos Aires, que está a su cargo), Jerzy Faliszek SVD (director nacional de las Obras Misionales Pontificias, polaco) y Julián Andrés Martínez Rodríguez (sacerdote colombiano que está prestando su servicio misionero en la diócesis de Comodoro Rivadavia).

Presencia juvenil
La celebración eucarística demostró una emotiva compenetración de ambas comunidades, en una larga ceremonia signada por cantos y con la presencia de jóvenes con trajes típicos de las tierras de sus mayores.  

Hubo muchos jóvenes animadores de la Obra Pontificia de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM), venidos de varias diócesis de distintas regiones del país, que estudian en la escuela de formación llamada ESAM (Escuela de Animadores Misioneros). Comparten el primer curso que se organiza en el nivel nacional luego del confinamiento forzoso por el corona virus. Estaba su secretario general, Ezequiel Rogante.

También había scouts católicos polacos y ucranios, así como jóvenes del Ballet Polaco Nasz Balet.

Asistentes
Asistieron, entre otros, el presidente de la Unión de Polacos de la República Argentina, Ryszard Konopka; el consejero de la embajada polaca y cónsul de Polonia en Buenos Aires, Michal Swietlik, y los diplomáticos ucranios Yuriy Irlow y Nazar Vovk, cónsul de su país en Buenos Aires.

También estuvieron el presidente de la Fundación Ucraniana Taras Shevchenko, ingeniero Juan A. Poloz, y su vicepresidente, Miguel Teodoro Kluba, y la diputada nacional Margarita Stolbizer. 

Asistieron hermanas de la Orden de San Basilio Magno (conocidas como basilianas, de la Iglesia Ucraniana) y hermanas misioneras Siervas del Divino Espíritu (congregación fundada en Colombia en 1983). Una de ellas, Angelina Castro Uribe, trabaja en la formación de jóvenes en la diócesis de Comodoro Rivadavia.

Un excombatiente de 100 años 
Por la Asociación de Excombatientes Polacos en la República Argentina (SPK) estuvo su titular, Antonio Kaluda, y un ex combatiente que ha cumplido cien años.

Se trata del mayor Slolaw Kowalski, nacido el 21 de julio de 1922, quien durante la Segunda Guerra Mundial fue deportado al interior de la Unión Soviética. Se unió luego al 2do Cuerpo Polaco, luchó en el 5° Regimiento de Artillería Antiaérea y en la 5ta. División de Infantería. Participó de la histórica batalla de Montecassino, en Italia, y fue galardonado por su país con las medallas "Pro Patria" y "Defensor de la Patria 1939-1945".

Con motivo de cumplir cien años, el Ministerio de Defensa Nacional de Polonia le otorgó la Medalla de Oro "Por los aportes en la defensa de la patria", distinción que le dio dos días antes de la misa la embajadora de la República de Polonia, Aleksandra Piatkowska.  

Los asistentes a la misa le cantaron “Sto lat”, tradicional canción polaca de cumpleaños.

“De corazón a corazón”
Concluida la celebración eucarística, el padre Jerzy Faliszek saludó a los presentes. Señaló que él es misionero verbita, del sur de Polonia: “Mi familia vive a 120 km de la frontera con Ucrania”.

Destacó la presencia de los colores de Polonia y de Ucrania. “Y también  traemos  los colores de un movimiento de la Iglesia, que es la Infancia  y Adolescencia Misionera”.

Estimó providencial “que justamente hoy tenemos un encuentro nacional” (de ese movimiento). “¿Y por qué estamos aquí?”, se preguntó. “Cuando en febrero llegó la noticia de la invasión a Ucrania, tuvimos un encuentro nacional… nuestro carisma es ayudar espiritualmente y materialmente, sobre todo a los niños de todas partes del mundo. ¡Los niños ayudan a los niños!

“Y de forma dinámica y espontánea –explicó-, decidimos hacer una acción y expresada con nuestros corazones, de corazón al corazón con Ucrania… Y con niños, adolescentes, familias, toda la Argentina,  parroquias y escuelas. Y tuve  la gracia de ir a Polonia desde mayo hasta junio,  y llevar una montaña de cartas, dibujos, gestos de cariño y también una abundante ayuda material…

“Y quería compartir,  que pude visitar varias parroquias, casas de retiros, conventos, escuelas donde nos encontramos con los niños y también en escuelas para adultos y otros lugares con mamás y abuelas… Los hombres grandes quedaron luchando.

“¡Siempre amigos!”
“Después, los momentos que grabé en mi corazón, de mucha gratitud, de lágrimas, de esas pequeñas alegrías de los niños…” Como un acto simbólico, el padre Faliszek, llevó a la iglesia unos dibujos que hicieron alumnos ucranianos en una ciudad polaca. Y comentó que “muy rápido se integran los niños a las escuelas de enseñanza de Polonia  que participan a la distancia y en las escuelas que ya han abierto las puertas...”. Y subrayó: “Nosotros seguimos orando por la paz”.

Al final dijo: “Así que somos hermanos universales. ¡Muchísimas gracias! ¡Bendiciones! Y nuestro saludo es ¡Siempre amigos!" Los feligreses respondieron al unísono, con fuerte y viva voz: “¡Siempre amigos”.

El 31 de julio, agradecimiento y solidaridad
Al invitar, la Eparquía ucrania señaló que se rezaría "en agradecimiento al apoyo incondicional de la Nación Polaca a Ucrania y sus desplazados en esta injustificada invasión de Rusia al territorio de Ucrania".

En retribución, el domingo 31 de julio no habrá misa en la iglesia polaca en Buenos Aires. Ese día los polacos se unirán a los fieles ucranianos en una misa de agradecimiento y solidaridad que se celebrará a las 11 en la Catedral Católica Ucrania.

Ese templo fue consagrado en 1968 por Su Beatitud el cardenal Josyf Slipyj, emblemática figura de los ucranios católicos, que pasó 18 años en cárceles de la Unión Soviética, desde 1945 hasta 1963, cuando el gobierno de Nikita Kruschev accedió a liberarlo, por presión del papa Juan XXIII y del presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, para que pudiera participar en Roma en el Concilio Vaticano II.

El papa Juan Pablo II estuvo personalmente allí el 10 de abril de 1987 en su visita pastoral a la Argentina y coronó la imagen de la Madre de Dios con el Niño Jesús en brazos.

La Iglesia Católica Ucrania
La eparquía forma parte de la Iglesia Católica Ucrania de rito bizantino, que es una de las 21 iglesias orientales católicas sui iuris. Depende jurídicamente del Dicasterio para las Iglesias Orientales, del cual es  prefecto el cardenal Leonardo Sandri, argentino, y litúrgicamente y espiritualmente depende del arzobispo mayor de Kiev-Galitzia y toda la Rus y primado de la Iglesia Greco Católica Ucraniana, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, quien entre 2009 y 2011 estuvo en la eparquía en Buenos Aires, primero como obispo auxiliar y luego como administrador apostólico.

El 23 de marzo de 2011 el sínodo de la Iglesia Greco Católica de Ucrania eligió como arzobispo mayor a monseñor Sviatoslav Shevchuk, que cuatro días después cumpliría 40 años, por lo cual pasaría a ser la  más joven autoridad de una iglesia católica oriental. Dos días después el papa Benedicto XVI le concedió la comunión eclesiástica, confirmando el nombramiento.+ (Jorge Rouillon y Anna Glowacz)