En la tarde del 19 de abril de 2005, Joseph Aloisius Ratzinger fue proclamado el papa 265 de la historia de la Iglesia católica, eligiendo el nombre de Benedicto XVI.
El Papa acudió al monasterio "Mater Ecclesiae", para desearle personalmente una buena fiesta de Pascua, en vísperas del triduo y de un nuevo aniversario del nacimiento del pontífice emérito.
El secretario del papa emérito dijo que Francisco envió palabras de apoyo a Benedicto XVI y atribuye el revuelo a "una ocasión ideal de saldar cuentas para quienes nunca lo han amado".
"Los daños y carencias, admitidos con dolor y vergüenza por el papa emérito, son hoy un desafío para la Iglesia", dijo el presidente de la Comisión para la Protección de Menores.