"Que podamos verdaderamente darle al dinero el lugar que le corresponde en nuestra sociedad, para que nuestras economías tengan rostro humano", invitó a pedirle a Dios Mons. Jorge García Cuerva .
El arzobispo de Córdoba afirmó que desmantelar el corazón no es fácil, por lo que llamó a tener una fe muy confiada en Dios y en su poder, para reconstruir algo nuevo sobre lo destruido.
El obispo de San Isidro pidió no olvidar que debemos ser "hogares abiertos", donde cada persona, pueda encontrar un lugar seguro donde ser escuchada, respetada, recibida y acogida.
El arzobispo de San Juan consideró que, en "un tiempo marcado por la 'crisis de esperanza'", la misión debería ser "despertar la solidaridad y caminar juntos".