Con una misa presidida por el cardenal Mario Aurelio Poli, la Iglesia catamarqueña agradeció a Dios por el don de un nuevo beato argentino, fray Mamerto Esquiú.
En el paraje El Suncho, departamento de La Paz, lugar donde falleció fray Esquiú, celebraron su beatificación. Hubo una vigilia y una misa de acción de gracias.
Luego de la beatificación de fray Esquiú, en la tarde del sábado se celebró una misa de acción de gracias en la iglesia San Francisco, de la capital, y se bendijo el altar dedicado al fraile.
El fraile franciscano fue proclamado beato en una celebración eucarística en Catamarca presidida por el legado papal, cardenal Luis Villalba. La fiesta litúrgica será el 11 de mayo.