Este honor concedido por la Asamblea Legislativa de Costa Rica reaviva la egregia figura de San Juan Pablo II, que visitó Costa Rica en 1983 dejando "una imborrable huella".
"Trabajemos por el bien común", exhortaron los prelados en su mensaje al término de la Asamblea plenaria.
La campana "La Voz de los No Nacidos", para despertar la conciencia a favor de la cultura de la vida, llegó el 12 de febrero a la arquidiócesis de Guayaquil.
"La vida, un don para agradecer", subraya el documento, junto con material pedagógico elaborado por los obispos para explicar "la verdad revelada sobre el valor y carácter inviolable de la vida".