La misa solemne fue presidida por el arzobispo maronita de Haifa y de Tierra Santa, Moussa Al-Hajj. Asistieron obispos, sacerdotes, monjes y una multitud de fieles.
"Pedimos un acceso humanitario inmediato y sin restricciones a quienes lo necesitan desesperadamente. Abandonarlos ahora sería abandonar nuestra humanidad compartida", señalan.
Las Iglesias en Jerusalén reafirmaron en conjunto su compromiso con la defensa de sus derechos en la región, y urgieron a las autoridades israelíes a respetar la propiedad eclesiástica.
Los líderes de las Iglesias en Tierra Santa pidieron, en un mensaje de Navidad conjunto, que la tregua entre Israel y Hezbolá en El Líbano se extienda a la Franja de Gaza.