Jueves 21 de noviembre de 2024

Francisco recordó el valor espiritual universal de Jerusalén como 'Ciudad de Paz'

  • 9 de marzo, 2023
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El pontífice pidió que la Ciudad Santa sea considerada por todos como "patrimonio común de la humanidad y, especialmente, de las tres religiones monoteístas".
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El significado espiritual de Jerusalén fue el tema elegido por el Grupo de Trabajo Conjunto para el Diálogo, integrado por el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso y la Comisión Palestina para el Diálogo Interreligioso, reunido esta semana en Roma, y a cuyos integrantes el papa Francisco recibió este jueves 9 de marzo. 

En sus saludos, el Papa recordó al difunto cardenal Jean-Louis Tauran, quien inició el grupo junto con el jeque Mahmoud Al-Habbash, asesor de asuntos religiosos del presidente del Estado de Palestina, y alentó el trabajo conjunto.

Francisco también destacó el significado espiritual de Jerusalén y reiteró el llamamiento que hizo en 2019 al Rey de Marruecos, cuando pidió que Jerusalén sea considerada por todos como “patrimonio común de la humanidad y, especialmente, de los seguidores de las tres religiones monoteístas, como lugar de encuentro y como símbolo de convivencia pacífica.”

Los Evangelios, dijo el Papa, señalan que Jerusalén fue escenario de muchos de los acontecimientos de la vida de Jesús. Fue en la Ciudad Santa que el Señor se presentó en el Templo, y fue allí donde enseñó y realizó milagros, y el lugar donde completó su misión a través de su Pasión, Muerte y Resurrección.

Jerusalén fue también donde nació la Iglesia cuando el Espíritu Santo fue dado a los discípulos, enviándolos al mundo para proclamar el mensaje de salvación. “Jerusalén también tiene valor universal, como se desprende de su propio nombre, que significa 'Ciudad de la Paz'”, señaló el pontífice.

Al respecto, el Santo Padre recordó las palabras de Jesús pronunciadas cerca de la Ciudad Santa antes de su Pasión. “Al acercarse y ver la ciudad, lloró sobre ella, diciendo: '¡Ojalá supieras también hoy las cosas que conducen a la paz!'”.

Asimismo, alentó a los miembros del Grupo de Trabajo Conjunto de la Santa Sede y de Palestina a reflexionar sobre el significado de esas palabras de Jesús y de sus lágrimas por Jerusalén. “¡Cuántos hombres y mujeres -judíos, cristianos y musulmanes- lloraron y continúan llorando en nuestros días por Jerusalén!”, lamentó.

Y añadió: “También nosotros nos conmovemos hasta las lágrimas cuando consideramos que la Ciudad Santa es como una madre que desea la paz para sus hijos que sufren".

Por último, Francisco instó al grupo de trabajo a recordar el “valor de la compasión”, mientras reflexionan sobre el amor por Jerusalén, que merece “respeto y reverencia por parte de todos”.

“La compasión de Dios por Jerusalén –concluyó- debe convertirse en la nuestra, más poderosa que cualquier ideología o alineación política”.+