El arzobispo emérito de Corrientes recordó que la perfección de todo hombre se da en la práctica de la caridad. "Es el mandamiento que incluye la práctica de los restantes", afirmó.
Es la invitación propuesta para este Año Santo, desde la catedral de la diócesis de Pekín. Los "actos sencillos y concretos de caridad" son una "semilla de esperanza" que florecerán en la Pascua.
Al dirigirse a una delegación de los Caballeros de Malta, el pontífice reflexionó sobre los verbos servir, caminar y acompañar. "Jesús los acompaña en el camino de la generosidad", les dijo.
Destacó también la importancia de una simple sonrisa, un gesto de amistad o un servicio gratuito, al recibir en audiencia a los voluntarios y a los sin techo del grupo Begegnung im Zentrum, de Viena.