Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Martínez: "La Cuaresma es un tiempo para que acompañemos al Señor en su entrega"

  • 2 de marzo, 2023
  • Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas aludió a la Cuaresma como tiempo de preparación y en los obstáculos para vivir la caridad. También resaltó que todos estamos llamados a "ser plenos, libres y felices".
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En su carta para el primer domingo de Cuaresma -titulada “El discipulado del amor”, el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, se explayó sobre la Cuaresma como preparación para la Pascua y sobre los obstáculos que pueden aparecer para vivir el amor a Dios y a los hermanos.

En ese sentido, expresó sobre la Cuaresma: “Es un tiempo para que acompañemos a Cristo, el Señor, en su vida y misión, en su pasión y sufrimiento, y en su entrega sin límites por amor, para nuestra redención. Este es el misterio de la Pascua, donde el Señor da su vida muriendo y resucitando”.

Y prosiguió: “La Pascua hace consistente nuestra esperanza porque la vida triunfa sobre la muerte”, para agregar a continuación: “La liturgia es la fuente de espiritualidad más importante que tiene la Iglesia. Especialmente durante la Cuaresma, somos invitados a introducirnos con esperanza en el camino hacia la Pascua”.

Luego, el obispo posadeño volvió sobre el propósito de la Cuaresma: “Nos preparamos para celebrar el misterio de la Pascua realizando un examen de conciencia sobre cómo vivimos el discipulado del amor a Dios y a los hermanos, sobre todo respecto de aquellos que más lo necesitan, los más pobres y excluidos y que, por nuestra condición de cristianos, requieren que los privilegiemos y nos comprometamos con ellos”.

Por otro lado, señaló: “Entre los flagelos que obstaculizan vivir el don del amor y que podemos revisar en este tiempo cuaresmal nos encontramos con la indiferencia, la violencia y una pobreza creciente de tantos hermanos y hermanas. Estos son algunos males que tenemos que erradicar a través de lo que denominamos el discipulado del amor. Se trata de claves para amar a Dios y a los hermanos como a nosotros mismos”. Y acto seguido, aclaró: “Estos flagelos son solo algunos de los que consideramos importantes, pero cada uno podrá sumar aquello que le puede ser significativo considerar en un examen de conciencia cuaresmal”.

Después de citar, en esa misma línea, un pasaje de la encíclica Fratelli tutti, monseñor Martínez recordó también que “algunos fundamentos bíblicos y aportes de pensadores, teólogos y filósofos nos ayudan a comprender la impresionante valoración del cristianismo sobre la dignidad de la persona y su plena realización en su capacidad de amar”. Y finalmente añadió: “También esos fundamentos nos animan a comprender que la persona humana cuando se sumerge en el odio, la avaricia y la soberbia, siempre degrada y oscurece el llamado que todos tenemos a ser plenos, libres y felices”.+