El pontífice recibió a la comunidad del hospital pediátrico de la Santa Sede y destacó su misión, la "dedicación de toda una vida" y "el ofrecimiento del propio tiempo en el voluntariado".
El pontífice destacó que el purpurado sirvió "al Señor y a la Iglesia con fidelidad y generosidad, atento a las exigencias del mundo juvenil y a las necesidades de las personas frágiles".
Ante miembros del Dicasterio para la Evangelización, invitó a promover la espiritualidad de la misericordia y a dar respuestas "eficaces" a los jóvenes para superar el secularismo.
Francisco instó al cardenal Grech a formar los grupos para realizar un "examen adecuado" sobre diez aspectos, entre los que también se destacan la formación sacerdotal y los nuevos ministerios.