Sábado 27 de abril de 2024

El Papa recuerda a la RAI su deber de difundir la verdad, los valores y la belleza

  • 23 de marzo, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco recibió a directivos y empleados de la emisora pública italiana, con motivo del 70° aniversario del comienzo de las emisiones televisivas y el 100° aniversario de las radiales.
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El Papa Francisco recibió, este sábado 23 de marzo en el Aula Pablo VI del Vaticano, a los responsables y al personal de la emisora pública italiana RAI, con motivo del 70° aniversario de las emisiones televisivas y el 100° de las radiales. El pontífice manifestó que espera que el servicio ofrecido sea "una respuesta a las necesidades de los ciudadanos, en un espíritu de apertura universal", garantizando una " pluralismo respetuoso de las diferentes opiniones y fuentes", contra cualquier fake news

El Santo Padre recordó también que los diferentes lenguajes del cine, la ficción, la cultura, el entretenimiento y el deporte promueven "una perspectiva del bien", y afirmó que le gustaría que el servicio prestado fuera "una respuesta a las necesidades de los ciudadanos, en un espíritu de apertura universal".

“Setenta años de televisión, cien de radio: un doble cumpleaños, que por un lado invita a mirar hacia atrás en su historia, tan entrelazada con la italiana; y, por otro, los desafía a mirar hacia delante, hacia el futuro, al papel que tendrán en un tiempo aún por construir, donde cada vida está cada vez más conectada con otras, a nivel global”, dijo Francisco a la RAI. 

“Sin embargo, en todos estos años, la RAI no sólo fue testigo de los procesos de cambio de nuestra sociedad: en parte, también los construyó, y como protagonista -subrayó el Papa-. De hecho, los medios influyen en nuestras identidades, para bien o para mal. Y aquí está el significado del servicio público que realizan. Por eso, quisiera reflexionar con ustedes sobre estas dos palabras -servicio y público-, porque describen muy bien el fundamento de la misión de ustedes: la comunicación como don a la comunidad".

Servicio a la verdad
El obispo de Roma explicó que el trabajo de la RAI como servicio “pretende, sobre todo, ser una respuesta a las necesidades de los ciudadanos, en un espíritu de apertura universal”, que “se articula en todo el territorio, sin llegar a ser demasiado local, y respeta la dignidad de cada ser humano y la promueve”; y es, por tanto, “una contribución a la verdad y al bien común que tiene un impacto concreto en la información, el entretenimiento, la cultura y la tecnología”. Y luego dijo: “En el ámbito de la información, servir significa esencialmente buscar y promover la verdad, toda la verdad, contrarrestando, por ejemplo, la difusión de noticias falsas y los planes tortuosos de quienes buscan influir ideológicamente en la opinión pública, mintiendo y destruyendo el tejido social. La verdad es una, es armoniosa, no puede dividirse por el interés propio. Significa evitar cualquier reducción engañosa y recordar que la verdad es "sinfónica", y que se comprende mejor aprendiendo a escuchar la diversidad de voces -como en un coro-, en lugar de limitarse a anunciar siempre la propia opinión".

“Para cultivar el diálogo, hay que escuchar. Muchas veces vemos que escuchar significa prepararse para dar una respuesta: no es una verdadera escucha si pienso en mi posición sin escuchar la de la otra persona”.

Los diferentes lenguajes de comunicación
El Papa recordó que el servicio público concierne también a los diversos lenguajes de comunicación, como el cine, las películas, las series de televisión, los programas culturales y de entretenimiento, los deportes y los programas infantiles, y pidió que se propongan valores positivos en esos ámbitos:

“En nuestra época, rica en tecnología pero a veces pobre en humanidad, es importante promover la búsqueda de lo bello, poner en marcha una dinámica de solidaridad, proteger la libertad, luchar para que cada expresión artística ayude a cada persona a crecer, reflexionar, conmoverse, sonreír e incluso llorar de emoción, encontrar un sentido a la vida, una perspectiva del bien, un sentido que no consista en ceder ante lo peor”.

Respecto a “la tecnología”, Francisco afirmó, como lo hizo en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de este año, que es necesario “proponer modelos de regulación ética para frenar los efectos nocivos, discriminatorios y socialmente injustos de los sistemas de inteligencia artificial, y para oponerse a su uso para reducir el pluralismo, oponerse a la polarización de la opinión pública o a la construcción de una forma única de pensar”.

Un servicio para el bien común
Refiriéndose a que la labor de la RAI es un servicio público, el Papa subrayó que se trata de una obra "vinculada al bien común de todos", que por tanto "exige un compromiso con los últimos, los más pobres, para tener en cuenta y dar voz a los que no tienen voz, a los marginados" e "incluye también la vocación de ser instrumento de crecimiento del conocimiento", para luego "abrir nuevas perspectivas sobre la realidad y no alimentar burbujas de indiferencia autosuficiente, sino ayudar a soñar con los ojos y la mente abiertos”, porque, animó Francisco, “nunca hay que perder la capacidad de soñar, sino soñar en grande”. Por lo tanto, el sistema mediático debe ser “provocado y animado a ir más allá de sí mismo” y, para que el nivel de comunicación sea alto, debe “cuestionarse, para mirar más allá”. 

Francisco dijo también: “No se puede luchar por las calificaciones a expensas del contenido: se trata más bien de crear una amplia demanda de calidad a través de su oferta. En definitiva, la comunicación, precisamente porque es un diálogo en beneficio de todos, también puede desempeñar un papel fundamental en nuestro tiempo, a la hora de revitalizar valores socialmente importantes como la ciudadanía y la participación”.

La radio no debe ser una “cátedra de todo tipo”, concluyó el Papa, sino “un grupo de amigos que llaman a la puerta para sorprender”, porque “la verdadera comunicación es siempre una sorpresa”, debe sorprender. La radio y la televisión italianas deben, por tanto, “ofrecer compañía”, “compartir alegrías y tristezas”, “promover la unidad y la reconciliación en la familia y en la sociedad, la escucha y el diálogo”, “informar” y “escuchar, con respeto y humildad”. Este es el camino a seguir para la emisora italiana propuesto por el Papa Francisco.+