La medida llega en respuesta a la decisión gubernamental de suspender los programas de reasentamiento de refugiados. Los obispos reconsiderarán la mejor manera de "servir a sus hermanos".
Un nuevo acuerdo entre San Egidio y varios ministerios y organizaciones italianas, los refugiados serán acogidos en Italia a través del programa de "corredores humanitarios" de la Comunidad.
El limosnero papal dispuso de 12 médicos y dos ambulancias del Vaticano para otorgar asistencia médica a unas 500 personas refugiadas que viven en las afueras de Roma.
La Comisión Episcopal para Migrantes e Itinerantes manifiesta inquietud por la normativa y considera "indispensable garantizar un proceso justo y accesible para quienes buscan protección" en el país.