A causa del conflicto que estalló en Sudán el pasado mes de abril, casi cuatro millones de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y aldeas en busca de seguridad.
El observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas expresó su preocupación por la catastrófica situación humanitaria en la Franja de Gaza.
Es una ciudad símbolo: sufre la guerra, las inundaciones y actualmente alberga a miles de personas refugiadas, especialmente del vecino Sudán.
La Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes recordó que la realidad de estas personas "no nos es ajena", por lo que alentó a hacer algo para que puedan elegir libremente si emigrar o quedarse.