Frente a la grave situación de inseguridad en el país, los obispos nigerianos piden al gobierno que "asuma la responsabilidad de arrestar y enjuiciar a quienes aterrorizan a los nigerianos inocentes"
"Somos conscientes de que la construcción de la paz es una tarea que nos pide atención permanente y que debemos realizar en el corto, en el mediano y en el largo plazo", escriben los prelados.
En un comunicado el episcopado guatemalteco condenó el uso de la violencia entre dos comunidades indígenas de Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, que cobró la vida de numerosas personas.
Monseñor Jaime Abril rechazó los hechos violentos sucedidos en Arauca, donde más de 20 personas fallecieron y llamó al respeto y a la presencia internacional para condenar lo ocurrido.