Unas 40 personas fallecieron y otras 20.000 son las afectadas por esta catástrofe de la naturaleza. Solidaridad y cercanía de la Iglesia.
"No a la violencia, venga de donde venga! ¡No más muertes!", es la exhortación de los obispos del altiplano, preocupados por los actos de violencia durante las protestas en el sur del Perú.
Tras el rezo del Ángelus, el pontífice se unió al clamor de los obispos peruanos: "¡No a la violencia, venga de donde venga! ¡No más muertes!". Exhorta a pedir a los cristianos que oren por la paz.
"Necesitamos un cambio de rumbo decisivo, ¡queremos la paz!", exhortaron los obispos peruanos en un comunicado en el que ofrecen su servicio "para mediar y tender puentes".