En su editorial mensual, el obispo de Formosa recordó que la Cruz es el signo distintivo de los cristianos, porque en ella Jesucristo entregó su vida por la salvación de la humanidad.
El obispo de Formosa recordó que en agosto se celebra el misterio de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, el cuarto glorioso del Rosario, al que invitó a conocer y creer de verdad.
Sin autoridades presentes, el pueblo fue el gran protagonista de la celebración, presidida por el obispo, monseñor José Conejero Gallego. Una multitud acudió a honrar a su patrona.
Es la invitación renovada que hace el obispo de Formosa en el contexto del Año Jubilar convocado por el papa Francisco. También llamó a implementar una Iglesia sinodal: comunión-participación-misión.