Mons. Conejero Gallego: el apremio de la conversión al Reino de Dios

En su editorial mensual en el periódico "Peregrinamos", el obispo formoseño animó a actuar con diligencia y prontitud en este Año Santo Jubilar 2025, como "peregrinos de esperanza".

El obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego, invitó a dedicar el mes de febrero a la conversión.

"Si bien en este Año Santo Jubilar 2025, recién el día 5 de marzo, Miércoles de Ceniza, se da inicio litúrgicamente al Tiempo Cuaresmal, tiempo especial de conversión y penitencia; sin embargo, en nuestro Calendario Diocesano, desde hace años, al mes de febrero lo denominamos Mes del llamado a la Conversión", puntualizó.

En su editorial mensual en el periódico "Peregrinamos", el obispo formoseño señaló: "Es de notar que esta conversión, necesaria para vivir en armonía y unidad, debe llevarse a cabo en corto plazo para que la Iglesia no pierda credibilidad y sea para los pueblos del mundo una profecía social".

"Jesús, nuestro Maestro, nos enseña a ser diligentes; una vez que hemos discernido el bien que debemos realizar, nos invita a actuar con diligencia y prontitud", planteó al respecto.

Monseñor Conejero Gallego citó varios textos de la Sagrada Escritura que exhortan a actuar con decisión y valentía sin dar tantas vueltas a las cosas, y añadió: "Debemos acoger y responder, con presteza, ya en este Año Santo Jubilar 2025, como peregrinos de esperanza para alcanzar la misericordia del Padre, la Paz de Jesucristo y el Amor del Espíritu Santo".

A su vez, recordó que María de Nazaret, madre de Jesús, madre de la Iglesia y de la humanidad entera "nos acompaña en nuestro caminar hacia la Morada eterna. Ella es misionera, modelo de prontitud, de docilidad al Espíritu y de santidad. Y, a la vez, nuestra gran intercesora, signo de esperanza cierta y de consuelo".

"¡Ánimo y adelante! Es la hora de nuestra conversión sinodal y misionera", concluyó el prelado.+