Sábado 7 de diciembre de 2024

Mons. Conejero Gallego: 'El amor de Dios es el origen, guía y meta'

  • 8 de noviembre, 2024
  • Formosa (AICA)
El obispo de Formosa, en su editorial de noviembre, también animó a ser "peregrinos de esperanza en medio de un mundo herido y fragmentado".
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El obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego, invitó a dedicar el mes de noviembre a observar lo vivido y a evaluar las actividades realizadas, haciendo discernimiento de lo esencial. 

"Ante tanta barahúnda de cosas, nos preguntamos: ¿qué es lo verdaderamente importante; qué le da sentido a la vida; cuál es nuestra esperanza?", planteó, y afirmó: "Con toda seguridad, necesitamos profundizar la dimensión transcendente y escatológica de nuestra existencia, para no aflojar en la paciencia ni sucumbir al desánimo pesimista".

El prelado formoseño animó a ser peregrinos de esperanza, "en medio de un mundo herido y fragmentado; y en medio de guerras que, en lugar de amainar, crecen y se extienden a un mayor número de países, y con mayor violencia y descontrol". 

"En el campo de la política y la economía, en lugar del respeto, el diálogo y la búsqueda del bien común para instaurar una fraternidad universal y más igualitaria, los insultos, la ambición y la codicia de intereses personales y de grupos, y los abusos de poder están a la orden del día", lamentó.

"Cómo necesitamos, especialmente los discípulos y amigos de Jesús, serenarnos, escuchar y meditar atentamente la Palabra de Dios, con un corazón abierto y dócil a escuchar las inspiraciones del Espíritu Santo, a orar y suplicar confiadamente, deponiendo actitudes de autosuficiencia y orgullo", consideró. 

Monseñor Conejero Gallego resumió que "es necesario anhelar hacer la voluntad de Dios y actuar con un corazón sincero y recto, sin intentos de someter voluntades, ni de creer que la Verdad está, o se hace, con el consenso mayoritario de votos manipulados, si no que es Jesucristo, y se manifiesta en el servicio y el amor a los demás; un amor generoso y gratuito, que nos hace verdaderamente libres".

"Somos, por tanto, conscientes de que el asunto más importante de la vida, el ser y el obrar del hombre y de los hombres, es el amor", sostuvo.

"En este mes de María, la amada del Señor, procuremos, reconciliados en Jesucristo, cumplir su mandamiento: 'Así como Yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros", propuso finalmente el prelado.+