Tras 12 días de visita en Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, el Papa se despidió en el aeropuerto Changi, de este último país, donde se sacó "selfies" con varias personas.
"El diálogo interreligioso entre los jóvenes requiere coraje, porque la juventud es la edad del coraje", señaló el Papa a los representantes juveniles de los credos.