El pontífice pasó una noche tranquila, se encuentra de buen ánimo y agradece los mensajes de apoyo. Su equipo médico ha ajustado el tratamiento, tras detectar una neumonía bilateral.
Junto con otras agencias humanitarias, se pide un mayor compromiso y acción de los países a dos años del conflicto en el país africano, que ha dejado millones de desplazados, enfermedades y hambrunas.