El pontífice desea continuar "el diálogo en el espíritu de la declaración Nostra aetate del Concilio Vaticano II", que marcó un cambio en las relaciones entre la Iglesia católica y el judaísmo.
El obispo de Leiria-Fátima y presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, monseñor José Ornelas Carvalho, expresó su deseo de darle la bienvenida a Cova da Iria.
Confiados en la protección maternal de la Madre de Dios, el arzobispo brasileño advirtió sobre los desafíos de "estos tiempos delicados y tensos"que se alimentan del miedo.
El arzobispo mayor de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana recibió "con esperanza y como una bendición divina" las primeras palabras del Santo Padre llamando a la paz.