El arzobispo de Córdoba deseó que la Navidad sea realmente una fiesta en paz y pidió que "Dios nos libre de mirarnos a nosotros mismos y nos animemos a poner la mirada en las formas de fragilidad".
El arzobispo Mons. Carlos Sánchez y el auxiliar, Mons. Roberto Ferrari, hacen expansivo el amor de Dios a la humanidad, en el amor fraterno.
En su mensaje navideño, el obispo de Avellaneda-Lanús resaltó la centralidad de la "alegría del pesebre", que se transmite en medio de la pobreza, fragilidad y desamparo de la noche.
A través de una campaña solidaria en el marco navideño, las parroquias peruanas recaudaron de 14 toneladas en donativos destinados a las personas más afectadas de la región amazónica del Perú.