El pontífice animó a retomar la invitación, realizada por Nuestra Señora a los pastorcitos de Fátima, de rezar el Rosario todos los días de mayo por la paz en el mundo y el fin de la guerra.
El representante para las relaciones intereclesiales del Patriarcado de Moscú se acercó al Santo Padre al finalizar la audiencia. Francisco besó su cruz pectoral y mantuvieron un breve diálogo.
En mayo, el pontífice les recuerda que "son un don, son la riqueza en la Iglesia" y los invita a poner sus carismas al servicio de las necesidades del mundo, sin tentarse con el encierro en sí mismos.
Fue en un mensaje con ocasión de la primera reunión del comité científico de la Fundación MAC (Memorias Audiovisuales del Catolicismo).