El obispo de San Francisco meditó, en relación con las lecturas evangélicas del Domingo de Ramos, acerca del contraste entre la entrada triunfal en Jerusalén y el rechazo de unos días después.
"No nos desentendemos de lo que le pasa a los otros, sobre todo lo que les pasa a los que sufren injustamente", pidió el arzobispo de Mendoza en la misa del Domingo de Ramos.
El obispo de San Isidro invitó a preguntarse en Semana Santa si cada uno lleva sus cruces personales como "un aprendizaje de humildad, de paciencia, de entrega, de generosidad, o las llevamos solos".
En una carta por el día del veterano y los caídos en la guerra, el obispo castrense consideró que se puede hacer más y lo sintetizó de este modo: "Gratitud y homenaje; retribución y valoración".