Con el apoyo del pontífice se inició la restauración de la parroquia de San Francisco de Asís y el Monasterio de Luquigüe, de 400 años ambos, ubicados en el municipio de Yorito.
En el tradicional encuentro navideño, el pontífice les deseó serenidad a todos los presentes y les pidió que se comprometan a ser testigos de la paz.
El Papa deseó que la gratitud, la conversión y la paz sean los dones de esta Navidad. También recordó que la humildad del Hijo de Dios encarnado es una "escuela de adhesión a la realidad".
El Papa expresó su cercanía a las familias. "Es tan difícil consolar las lágrimas de una madre", expresó.