Viernes 22 de noviembre de 2024

Francisco expresó que la fragilidad física necesita más solidaridad y menos lástima

  • 12 de diciembre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
"La sociedad italiana necesita la esperanza de quienes no se lamentan de su propia condición, sino que trabajan para mejorar las cosas", sostuvo al recibir a una sociación de personas no videntes.
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El papa Francisco recibió a representantes del centenario Consejo Nacional de la Unión Italiana de Ciegos y Discapacitados Visuales, en la víspera de la fiesta de Santa Lucía, patrona de la vista, y agradeció a sus miembros la asistencia dedicada a esas discapacidades, realizada con responsabilidad y sin espíritu asistencialista.

Todos esos aspectos fueron destacados por el pontífice -que recordó que el 13 de diciembre es también el aniversario de su ordenación sacerdotal-, más aún porque la entidad es una "asociación laica y no confesional", a la que el Papa considera "una fuerza constructiva en la sociedad, en particular en la italiana, que atraviesa un momento difícil".

En efecto, normalmente "se asocia la discapacidad con la idea de necesidad, de asistencia, y a veces -gracias a Dios, cada vez menos- de una cierta conmiseración". "No, el Papa no te mira así; la Iglesia no te mira así". aseguró Francisco.

"La posición de los cristianos sobre la discapacidad ya no es ni debe ser la lástima y el mero asistencialismo, sino la conciencia de que la fragilidad, asumida con responsabilidad y solidaridad, es un recurso para todo el cuerpo social y para la comunidad eclesial", sostuvo el Santo Padre.

Lucía, recordó Francisco, era una santa valiente que seguía su conciencia "sin doblez y sin compromisos". Ser como ella significa, por tanto, ser personas "límpidas, transparentes, sinceras", significa "comunicarse con los demás de manera abierta, clara, respetuosa" y esto, señaló el Papa, "contribuye a difundir la luz en los ambientes en los que se vive, a hacerlos más humanos, más habitables".

Y ese papel, sostuvo, las personas ciegas y discapacitadas visuales, bien formados "en principios éticos y conciencia cívica", lo pueden desempeñar también como protagonistas, en primera línea, "para construir comunidades inclusivas, donde todos puedan participar sin avergonzarse de sus límites y fragilidades, cooperando con los demás para complementarse y apoyarse".

"Todos nos necesitamos unos a otros, no sólo las personas con debilidades físicas, sino que todos necesitamos la ayuda de los demás para avanzar en la vida, porque todos somos débiles de corazón", subrayó.

En su siglo de vida, el trabajo del Consejo en la tutela de los derechos de las personas con discapacidad visual ha "contribuido al crecimiento civil del país", y la sociedad italiana "necesita esperanza, y esta viene sobre todo del testimonio de personas que, en su condición de fragilidad, no se cierran, no se lamentan de su propia condición, sino que se comprometen junto a los demás para mejorar las cosas", concluyó el Papa.+