El Santo Padre ha dedicado la catequesis de esta semana a su último viaje apostólico y a su participación en el Congreso de Líderes de las religiones mundiales y tradicionales.
Continuando con la catequesis sobre el discernimiento, Francisco puso como ejemplo a San Ignacio de Loyola y señaló que "de las situaciones imprevistas puede nacer un encuentro que cambia la vida".
"Saber lo que es bueno para mí aquí y ahora requiere una relación filial con Dios", explicó el pontífice durante la audiencia general celebrada hoy en el Aula Pablo VI.
El Papa concluye el ciclo de catequesis dedicado a la vejez con una reflexión sobre la Asunción de María que reúne a la Virgen con Jesús Resucitado y anticipa nuestro propio destino.