Los obispos del Uruguay aceptaron el pedido del gobierno y suspenden las celebraciones presenciales, aunque las iglesias permanecerán abiertas.
En el marco de la Fiesta de la Virgen de los Treinta y Tres, que ayer celebraron sin presencia de fieles a causa de la pandemia, pidieron por el fin de la pandemia.
Francisco donó 50 termómetros para la ciudad de Rivera (Uruguay), donde hubo un fuerte brote de coronavirus.
"Decidir cada uno por su cuenta cuándo darse muerte, ¿es un derecho humano?", les preguntó monseñor Jaime Fuentes, en una carta ante el debate de un proyecto sobre eutanasia y suicidio asistido.