El pontífice se reunió en privado con el presidente Ramos-Horta, en el palacio presidencial, y luego dirigió allí mismo un discurso a las autoridades políticas y a representantes de la sociedad civil.
Un vuelo de unas tres horas y media llevó al Papa Francisco desde Papúa Nueva Guinea a ese país del sudeste asiático de mayoría católica, tercera escala de su viaje apostólico por Asia y Oceanía.