'Un corazón que guarda y ama': Mons. Larregain en la solemnidad del Inmaculado Corazón de María
- 2 de julio, 2025
- Corrientes (AICA)
El arzobispo de Corrientes profundizó en el significado del Inmaculado Corazón de María como modelo de fe, amor y esperanza, llamando a vivir con un corazón limpio y lleno de Dios.

En la solemnidad del Inmaculado Corazón de María, el arzobispo de Corrientes, monseñor José Larregain OFMCap presidió la misa central, que fue concelebrada por el presbítero Antonio De Iacovo.
Monseñor Larregain centró su homilía en el pasaje evangélico que relata la pérdida y el reencuentro de Jesús en el templo, una experiencia de angustia y desconcierto para María y José, pero también cargada de significado simbólico. El arzobispo explicó que los "tres días" que Jesús estuvo ausente evocan otros momentos clave de las Escrituras, como los tres días de Jonás en el vientre del cetáceo y los tres días entre la muerte y la resurrección de Jesús. Este patrón, dijo, representa la oscuridad, la incertidumbre, el dolor, pero también la esperanza y el reencuentro con Dios.
El prelado destacó especialmente las palabras de María: "Tu padre y yo te buscábamos angustiados", y la respuesta de Jesús: "¿No sabían que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?". En esta escena, subrayó la diferencia en el uso de la palabra "Padre", destacando que Jesús hace una clara referencia a Dios Padre, marcando así su misión divina.
En su reflexión, monseñor Larregain resaltó el modelo de fe y entrega del Inmaculado Corazón de María, un corazón puro, generoso, compasivo y lleno de amor. María, incluso sin comprender del todo los designios de Dios, guarda todo en su corazón, confiando plenamente en Él.
En su mensaje, invitó a los fieles a cultivar un corazón como el de María: limpio, transparente, solidario y misericordioso. Además, exhortó a dejar atrás el rencor, la envidia y la negatividad, para llenarse de lo que viene de Dios: amor, bondad y capacidad de entrega. "Cuando vemos a una persona buena, solemos decir que tiene un gran corazón, y ese es el modelo al que estamos llamados", expresó el arzobispo correntino.
Finalmente, evocó las palabras de María en las Bodas de Caná: "Hagan lo que Él les diga", como un llamado a la confianza plena en Jesús, especialmente en los momentos difíciles. También recordó que el corazón maternal de María siempre está atento a nuestras necesidades, guiándonos con ternura y fortaleza.+