Ucrania: tres años de incansables esfuerzos de la Iglesia en medio de la guerra
- 21 de febrero, 2025
- Roma (Italia) (AICA)
Mientras continúa la actual guerra que Rusia libra contra Ucrania, Cáritas y Ayuda a la Iglesia Necesitada siguen cubriendo las necesidades más básicas de la población carenciada.
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Los tres años de guerra que Rusia libra contra Ucrania han dejado al país en una situación humanitariamente trágica. Cada día, millones de niños, mujeres y hombres ucranianos se enfrentan a inmensas dificultades para sobrevivir: más de 12,7 millones de personas necesitan ayuda urgentemente, mientras que unos 6,8 millones de refugiados ucranianos han huido a países vecinos en busca de un refugio seguro.
Dentro de las fronteras de Ucrania, más de 3,6 millones de personas fueron desplazadas, obligadas a abandonar sus hogares y sus vidas anteriores. Uno de los mayores desafíos que agravan este desastre humanitario es el duro invierno actual, con temperaturas que caen por debajo de los -20 °C, mientras que la pérdida de más del 60% del suministro nacional de energía dejó a comunidades enteras sin calefacción, electricidad y acceso a agua potable.
En este sombrío contexto, los constantes bombardeos desde Rusia hacen extremadamente difícil y peligroso para las organizaciones humanitarias llegar a quienes carecen de necesidades básicas como comida, ropa, refugio y atención médica.
Cáritas sigue apoyando a los más vulnerables en la guerra
A pesar de los peligros y las dificultades logísticas, las organizaciones de ayuda de la Iglesia, junto con la Santa Sede y las organizaciones humanitarias, siguieron proporcionando un salvavidas a los más necesitados y dando esperanza de un futuro mejor en Ucrania.
Entre ellos -destaca Vatican News- se encuentra Cáritas, la confederación mundial de agencias católicas nacionales de ayuda y desarrollo. Desde el comienzo de la invasión rusa a gran escala de Ucrania, el 24 de febrero de 2022, las filiales ucranianas de Cáritas (Cáritas Spes y Cáritas Ucrania) y sus socios han estado a la vanguardia, ofreciendo asistencia médica, psicológica y social, con especial atención a la protección de las personas más vulnerables, incluidos los niños, los discapacitados, los ancianos y las mujeres.
Más de 25 millones de euros de ACN en tres años
En primera línea, también se encuentra la fundación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). Según un comunicado difundido esta semana, en los últimos tres años, la fundación pontificia ha destinado más de 25 millones de euros a diversos proyectos humanitarios y pastorales, para apoyar tanto a la Iglesia greco-católica como a la latina en el país.
Desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, ACN aprobó y ha financiado casi mil iniciativas. Una parte importante de esa ayuda, aproximadamente 3,5 millones de euros, se ha utilizado para apoyar a los sacerdotes mediante estipendios para las misas, asegurando así su capacidad para continuar con su trabajo pastoral en tiempos de extrema dificultad.
Atender las necesidades materiales, pastorales y espirituales de los ucranianos
La guerra en curso afectó profundamente la vida diaria tanto del clero como de los fieles y el enfoque de la asistencia de ACN ha evolucionado con el tiempo. Inicialmente, los esfuerzos se dirigieron a ayudar a las personas desplazadas internamente (IDP), que se vieron obligadas a huir de sus hogares debido al conflicto. Sin embargo, a medida que la situación avanzaba, la respuesta de los socios locales indicó una necesidad apremiante de atención pastoral y espiritual. En respuesta, ACN cambió sus prioridades para brindar apoyo de subsistencia a sacerdotes y monjas, capacitación de seminaristas, atención de traumas y asistencia de transporte.
Solo en 2024, ACN ha apoyado a 1.472 sacerdotes diocesanos, 1.380 religiosas, 60 hermanos religiosos y 19 diáconos. Además, 768 seminaristas han recibido ayuda para su formación, garantizando así la formación continua y la preparación de los futuros clérigos. Los programas de extensión pastoral, como los campamentos "Vacaciones con Dios", beneficiaron a 7.200 niños y jóvenes, ofreciéndoles un enriquecimiento espiritual durante las vacaciones escolares.
Además del apoyo espiritual, ACN también ha facilitado asistencia práctica. La organización ayudó a establecer cuatro centros de apoyo psicoespiritual y financió la compra de 58 vehículos, que cumplen funciones tanto pastorales como humanitarias. Dos de estos vehículos se han reutilizado como capillas móviles para llevar servicios religiosos a la población de las regiones en disputa, incluida la diócesis de Odessa-Simferopol y el este de Ucrania.
Además, ACN ha proporcionado fondos para las tareas de reconstrucción, como la reparación de un convento en Lviv y la restauración de una torre de iglesia dañada por los ataques con misiles en Sudova Vyshnya.
Las oraciones y el apoyo de la comunidad cristiana mundial ayudan a los ucranianos a sobrevivir
Monseñor Maksym Ryabukha, obispo del exarcado de Donetsk, que actualmente reside en Zaporizhia debido a la ocupación de su región por parte del invasor, habló conmovedoramente a ACN sobre el inmenso sufrimiento y desesperación causados por años de conflicto, enfatizando la importancia de la solidaridad y la fe para superar estas dificultades. Expresó, así, su profunda gratitud a ACN y sus donantes, afirmando que, sin su ayuda, la Iglesia en Ucrania podría no haber sobrevivido.
De manera similar, el obispo de Odessa, monseñor Stanislav Szyrokoradyuk, destacó la inmensa carga emocional que pesa sobre la Iglesia, en particular al llevar a cabo los entierros de innumerables víctimas de la guerra. La realidad diaria de muerte y destrucción, incluida la trágica pérdida de hombres, mujeres e incluso niños, pesa mucho sobre el clero. El obispo subrayó la importancia de la solidaridad internacional en curso, haciendo hincapié en que el pueblo de Ucrania no se siente solo gracias a las oraciones y el apoyo de la comunidad cristiana mundial.+