Francisco advierte sobre una "amenaza" nuclear y, una vez más, llama al diálogo.
Al cumplirse el milésimo día desde la invasión por parte de Rusia, Francisco expresó su solidaridad y cercanía hacia los ucranianos, junto con sus esperanzas y oraciones por la paz.
A mil días del inicio de la guerra en Ucrania, el secretario de Estado lamentó: "El reloj de la historia retrocedió", a pesar de los esfuerzos del Vaticano para mantener canales de diálogo con todos.
El Papa insiste en recordar a la sufriente población civil de Ucrania y en pedir por la paz. En la audiencia general, también habló, una vez más, de los conflictos en Oriente Medio y Myanmar.