Viernes 19 de abril de 2024

Tierra Santa: Indicaciones para las celebraciones de la Semana Santa

  • 31 de marzo, 2020
  • Jerusalén (Tierra Santa) (AICA)
El Patriarcado Latino de Jerusalén difundió las indicaciones pastorales para la celebración de la Semana Santa en el respeto de las restricciones impuestas por la emergencia del coronavirus.
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“La expansión de la pandemia de COVID-19 en el mundo y en los territorios de nuestra diócesis determinó serias y drásticas limitaciones en nuestra posibilidad de participar en la adoración divina. Las actividades pastorales y especialmente la celebración de los sacramentos se suspendieron en gran medida durante varias semanas, incluida la participación en la celebración eucarística. Como ya hemos dicho varias veces, es una novedad que nunca antes habíamos experimentado y que nos pide que encontremos nuevas formas de celebración”, comienza explicando el vicario apostólico del patriarcado.



Monseñor Pizzaballa señala que “el corazón de la Semana Santa está obviamente en el Santo Sepulcro. Sin embargo, siguiendo las restricciones decididas por las autoridades civiles, las celebraciones en el Santo Sepulcro se reducirán necesariamente. Además de las limitaciones relacionadas con el coronavirus, las limitaciones impuestas por el status quo tampoco ayudan pastoralmente a muchas de nuestras comunidades parroquiales y religiosas”.



“Por supuesto, la celebración del triduo en nuestro lugar más sagrado no se renuncia de ninguna manera, pero no pueden ser una referencia práctica para la mayoría de la diócesis”.



Teniendo en cuenta los decretos del 25 de marzo pasado de la Congregación para el Culto Divino y de la Congregación para las Iglesias Orientales, para las Iglesias que a ella hacen referencia, y las disposiciones del 19 de marzo de la Penitenciaría Apostólica sobre el sacramento de la confesión y las indulgencias para los enfermos de covid-19, no se realizará la procesión de Ramos el próximo domingo.



Monseñor Pizzaballa invita a los párrocos a “hacer todo lo posible para poner a disposición de sus fieles las ramas de olivo previamente bendecidas y también pequeñas botellas de agua bendita. La Misa Crismal se traslada a Pentecostés en Jerusalén.



En cuanto al Triduo, considerando el celebrado en la iglesia cocatedral y las transmisiones televisivas de todo el mundo en varios idiomas, el administrador apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén pide que se evite “la proliferación mediática de celebraciones individuales o personalizadas” y sugiere “un mínimo de coordinación, organización y unidad al menos dentro de cada una de las vicarías”.



No a las celebraciones en streaming grabadas y, “siguiendo la sugerencia de la Congregación para las Iglesias Orientales, el Sábado Santo por la tarde en todas las iglesias, incluso donde no hay celebración” sí al repique de las campanas a la hora prevista para la celebración de la liturgia de vigilia acordada por el vicariato, para invitar a todos a un momento unificado de oración”.



Específicamente, además, se sugiere que las parroquias de lengua árabe que siguen el calendario gregoriano se unan a las celebraciones en streaming que se llevarán a cabo en la cocatedral del Patriarcado. Las parroquias árabes que siguen el calendario juliano, excepcionalmente, “son libres de unirse al santo Triduo del Patriarcado según el calendario gregoriano, si creen que sea pastoralmente indicado“. En el caso de las parroquias de lengua árabe con calendario juliano, se invita al Vicariato de Jordania a organizar una sola celebración; las parroquias de la zona pastoral de Ramallah que consideren que es mejor mantener la fecha ortodoxa sólo pueden referirse a la celebración de la parroquia de Ramallah; las parroquias de Galilea pueden organizarse coordinándose.



Para el Vicariato de Chipre recomendamos una celebración única en streaming para toda la isla, teniendo en cuenta las diferentes culturas e idiomas que componen las comunidades. También se sugiere una celebración única para el Vicariato Judío de San Santiago y el Vicariato para los migrantes, siempre en sus respectivos idiomas o con algunas comunidades unidas.



Monseñor Pizzaballa también exhorta a las familias a rezar en casa, retomando las antiguas tradiciones, y pide a los vicariatos y a las oficinas diocesanas que preparen subsidios con la indicación de los pasajes bíblicos para los distintos días de la Semana Santa y los signos que pueden realizar los jefes de familia.



Para las comunidades religiosas que no tienen la disponibilidad de un sacerdote, la invitación es a seguir las celebraciones a través de los medios de comunicación y a organizar una oración litúrgica con la facultad de distribuir la comunión al menos el Jueves Santo. Por último, se da a todos los sacerdotes la facultad de celebrar individualmente y de manera excepcional el Jueves Santo; donde no es posible, se pide la oración de la liturgia de las horas y la adoración del Santísimo Sacramento.



Finalmente, para las confesiones monseñor Pizzaballa recuerda las instrucciones de la Penitenciaría Apostólica: en los hospicios para ancianos, hospitales y hogares para discapacitados u otro género, donde en cualquier caso se reúnen varias personas necesitadas, es posible dar absoluciones colectivas, como prescribe el Código de Derecho Canónico (961§2); se deben evitar las confesiones individuales, si las circunstancias externas no lo permiten, por lo que se invita a los fieles “a un acto de contrición sincero, con el compromiso de confesarse sacramentalmente con un sacerdote” lo antes posible.



Y teniendo en cuenta lo que está sucediendo en todo el mundo, el administrador apostólico pide que en todas las oraciones y celebraciones no se olvide de rezar por las víctimas del coronavirus, por la Iglesia en el mundo y, en particular, por la Iglesia de Jerusalén. +