"Es motivo de orgullo para todos nosotros, tanto cristianos como musulmanes", le expresó al patriarca latino de Jerusalén el presidente Abbas.
El futuro cardenal Pierbattista Pizzaballa consideró así la visita del presidente israelí, Isaac Herzog, al monasterio Stella Maris, objeto de agresiones por parte de grupos extremistas judíos.
Los líderes de las Iglesias en Tierra Santa se reunieron allí con Isaac Herzog y con la policía israelí, para garantizar la adopción de las medidas necesarias para evitar nuevos incidentes.
Fue en un llamamiento de la Comisión Justicia y Paz de la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa, en el que se pidió el fin de las provocaciones y actos de vandalismo hacia los cristianos.