En su mensaje de Semana Santa, la conferencia episcopal de ese país lamentó que "la violencia ha calado en nuestras comunidades" y que "el miedo se apoderó de la sociedad".
El último caso de violencia contra granjeros mayoritariamente cristianos dejó al menos 35 muertos el pasado Viernes Santo.
La Iglesia realizó las celebraciones del Triduo Pascual dentro de los templos y algunos de los feligreses que desafiaron la prohibición fueron perseguidos y al menos tres de ellos, encarcelados.
Unas 50.000 personas colmaron la Plaza San Pedro, donde Francisco celebró la Eucaristía rodeado de un jardín de más de 38.000 flores y plantas procedentes de los Países Bajos. No pronunció homilía.