Mons. D'Annibale: "Ser sal y ser luz es un compromiso"

El obispo de San Martín, monseñor Miguel Ángel D'Annibale, compartió sus reflexiones sobre el Evangelio

El obispo de San Martín, monseñor Miguel Ángel D’Annibale, compartió sus reflexiones sobre el Evangelio del 5º domingo durante el año.



Sobre el pasaje en el que Jesús expresa: “Ustedes son la sal de la tierra, ustedes son la luz del mundo”, el obispo explicó que antes de este tramo evangélico se abren las ocho bienaventuranzas.



Retomando el sermón de la montaña, el obispo señaló que Mateo le escribe a cristianos convertidos del judaísmo. “Esto es fundamental entenderlo porque entendemos muchos pasajes del Evangelio de Mateo”, afirmó.



“Moisés sube a la montaña, se encuentra con las tablas de la ley, baja de la montaña con los diez mandamientos”, recordó. “Esa ley marca el camino del pueblo de Israel”.



“Estos judíos que seguían la ley ahora lo siguen a Jesús. ¿Qué hace Mateo al comienzo de su Evangelio? Lleva a Jesús a una montaña. ¿Qué hace Jesús en la montaña? Se sienta. ¿Quiénes lo rodean? Sus discípulos. Los pobres, los enfermos, los que sufren. ¿Qué les dice Jesús? Felices ustedes, los pobres, porque de ustedes es el reino de los cielos; felices ustedes, los que sufren, porque encontrarán alegría y misericordia, y así”, continuó.



“Esta es la escena y esta escena seguirá. Y este Evangelio es también Jesús sentado en la montaña diciendo: Ustedes, los pobres, los que sufren, los misericordiosos, los que trabajan por la justicia, son la sal de la tierra y la luz del mundo”.



“Necesitamos sal, necesitamos luz para iluminar el mundo. Los necesitamos a ustedes, porque ustedes tienen esta fortaleza. Este es un Evangelio apasionante porque Jesús está mostrando la nueva ley. Las bienaventuranzas son nuestras cartas constitucionales. La constitución del Evangelio, la ley del Evangelio son las bienaventuranzas”, sostuvo.



“Ahora nos están diciendo: Ustedes son sal de la tierra, ustedes son luz del mundo, tienen adentro mucho para dar, mucho para compartir. Es nuestro sueño volver al Evangelio”, expresó.



“Volver al Evangelio es volver a descubrir que tenemos algo para dar, que no lo podemos guardar. Que los cristianos tenemos sal para compartir y luz para dar. Y fíjense cómo termina Jesús: ‘Brille la luz que hay en ustedes, comuníquenla, para que los hombres que se encuentren con esa luz glorifiquen al Padre’”, destacó.



“Hagan conocer la luz, esa luz que ustedes tienen, para que los hombres se encuentren con Dios. Ser sal y ser luz es un compromiso”, exhortó.+