Sábado 23 de noviembre de 2024

El patriarca católico pone a la mujer como símbolo de una Ucrania de pie y en lucha

  • 17 de marzo, 2022
  • Kiev (Ucrania) (AICA)
Schvechuk aseguró que la mujer ucraniana es "símbolo de esperanza, de intrepidez, de la victoria de la vida sobre la muerte, de que Ucrania quedará en pie, incluso en circunstancias tan inhumanas".
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En su mensaje diario al empezar la cuarta semana de la “espantosa e injusta agresión” de Rusia contra Ucrania, el arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, su beatitud Sviatoslav Shevchuk, puso a la mujer como símbolo de un país que sigue de pie y lucha.

“Cuando hablamos de nuestra patria, de nuestra Ucrania, de que se mantiene en pie, de que lucha... ante mis ojos se esboza la figura de una mujer. Una mujer como símbolo de Ucrania, una mujer como aquella que toma sobre sí esa carga indecible de la guerra, una mujer que en medio de un mar de muerte vela sobre la vida, una mujer que defiende y construye el porvenir”, sostuvo.

Schevchuk invitó a rezar por aquellas mujeres que “son víctimas en las tierras ocupadas”, al asegurar que ellas son las primeras en ser “víctimas de la violencia, víctimas de la humillación, víctimas de violación”.

“Hoy la mujer como símbolo de Ucrania es esperanza para nuestro pueblo, es símbolo de intrepidez, es símbolo de la victoria de la vida sobre la muerte, es símbolo de que Ucrania quedará en pie, incluso en circunstancias tan inhumanas”, aseveró.

“Le rezamos hoy a la Santísima Virgen María preparándonos para esta consagración de Ucrania y Rusia a su Corazón Inmaculado como anunció el Papa Francisco. Hoy queremos consagrar a Ucrania y a las mujeres de Ucrania bajo la protección de la Purísima Madre de Dios”, concluyó.

Texto del mensaje diario
¡Alabado sea Jesucristo!

Queridos hermanos y hermanas en Cristo. Hoy es 17 de marzo de 2022 y ya estamos viviendo el 22o día de guerra. Ya empezamos la cuarta semana de esta espantosa e injusta agresión contra Ucrania.

Pero cada mañana puedo decirles que Ucrania está en pie, que Ucrania está luchando. Como dice nuestro himno nacional: “Ucrania no ha muerto aún, ni su gloria ni su libertad. A nosotros hermanos y hermanas ucranianos el destino nos sonreirá...”.

Cuando hablamos de nuestra patria, de nuestra Ucrania, de que se mantiene en pie, de que lucha... ante mis ojos se esboza la figura de una mujer. Una mujer como símbolo de Ucrania, una mujer como aquella que toma sobre sí esa carga indecible de la guerra, una mujer que en medio de un mar de muerte vela sobre la vida, una mujer que defiende y construye el porvenir.

Cada día, cuando hablamos con la gente que viene a nuestras parroquias, de modo particular en Kyiv, Kharkiv, Zaporizhzhia, Odesa... vemos primero a las mujeres... mujeres que cuidan de sus ancianos y amamantan a sus hijos. Cuando nos preocupamos de nuestro pueblo que se esconde en los refugios antiaéreos en primer lugar vemos a las mujeres...

La mujer hoy es un símbolo de fuerza y virilidad en Ucrania. Quizás parece raro, hablar de virilidad y de la mujer. Por lo general la palabra “virilidad” se ha asociado con el “varón”, pero aquí vemos que es la fuerza femenina la que le da esperanza a Ucrania. Hoy de modo particular les agradecemos y rezamos por nuestras chicas, por nuestras mujeres que están luchando en el ejército, que hoy con armas en las manos defienden su patria. Hoy, especialmente sentimos, especialmente recordamos y rezamos por aquellas mujeres que son víctimas en las tierras ocupadas. En nuestros pueblos, en particular en la zona de Kyiv, las mujeres son las primeras en ser víctimas de la violencia, víctimas de la humillación, víctimas de violación. 

Por todo el mundo se extendió una imagen llamada “la Madonna de Kyiv”. Una mujer joven, amamantando a su hijo recién nacido en las escaleras de un refugio antiaéreo de Kyiv. Hoy contemplamos el rostro de una mujer, que fue obligada junto con sus hijos a abandonar su patria e irse al extranjero.

Hoy ya se habla de más de 3 millones de refugiados de Ucrania. Hasta ahora Europa y en particular Italia, veía que las mujeres llegaban para ir a trabajar. Y a ellas el Santo Padre, el Papa Francisco las llamó “heroínas” que llevaban de nuevo la fe cristiana, los valores cristianos a las familias italianas.

Hoy Europa ha visto a las madres que van con sus hijos de la mano para salvarse de la guerra, mientras que sus papás vuelven para defender a su país con un arma en las manos.

¿Quién puede entender hasta el final el dolor de la mujer-madre que llora a su hijo muerto en la guerra? El dolor de la mujer que perdió a su marido, hermano o hermana en la guerra... 

Pero, sobre todo, hoy admiramos a las mujeres que permanecen en oración ante Dios. Las mujeres que a imagen del Ícono de la Virgen Orante en Kyiv, Muro Inconmovible, día y noche reza con las manos en alto por su ciudad, por su país.

Hoy la mujer como símbolo de Ucrania es esperanza para nuestro pueblo, es símbolo de intrepidez, es símbolo de la victoria de la vida sobre la muerte, es símbolo de que Ucrania quedará en pie, incluso en circunstancias tan inhumanas.

Le rezamos hoy a la Santísima Virgen María preparándonos para esta consagración de Ucrania y Rusia a su Corazón Inmaculado como anunció el Papa Francisco.

Hoy queremos consagrar a Ucrania y a las mujeres de Ucrania bajo la protección de la Purísima Madre de Dios.

La bendición del Señor y su misericordia descienda sobre ustedes por su divina gracia y amor y permanezcan ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén. 

¡Alabado sea Jesucristo!.+