Viernes 26 de abril de 2024

El Papa recibió al presidente de Túnez y rechazaron el extremismo y la violencia

  • 11 de septiembre, 2014
  • Ciudad del Vaticano
El Santo Padre recibió esta mañana en audiencia a Mohamed Moncef Marzouki, presidente de la República de Túnez. En el transcurso del encuentro se analizaron algunos temas de interés común, entre ellos la promoción de la paz, del diálogo interreligioso y de los derechos humanos, con una referencia particular a la defensa de la libertad de conciencia y de la libertad religiosa, así como al rechazo de cualquier forma de extremismo y de violencia.
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El Santo Padre recibió esta mañana en audiencia a Mohamed Moncef Marzouki, presidente de la República de Túnez. En el transcurso del encuentro se analizaron algunos temas de interés común, entre ellos la promoción de la paz, del diálogo interreligioso y de los derechos humanos, con una referencia particular a la defensa de la libertad de conciencia y de la libertad religiosa, así como al rechazo de cualquier forma de extremismo y de violencia.

Seguidamente se puso de relieve el compromiso de la Iglesia Católica en el ámbito social, sanitario y educativo, al servicio de todos los ciudadanos tunecinos, sobre todo de los más pobres y necesitados.

Por último, examinaron diversas cuestiones de carácter internacional y regional, en especial la situación en la cuenca del Mediterráneo.

Durante el cordial encuentro el Papa y el presiden tunecino intercambiaron regalos y a continuación del encuentro con el Pontífice el presidente Marzouki se reunió con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, a quien acompañaba monseñor Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.

La Iglesia en Túnez

Las dificultades de los cristianos para vivir aspectos de su fe son una realidad, también en Túnez.

En declaraciones a la agencia Fides, en febrero de este año, el arzobispo de Túnez, monseñor Ilario Antoniazzi, explicaba que en el país, los cristianos "no podemos desarrollar el apostolado de la palabra, porque el llamado Modus Vivendi, una especie de pacto concordato firmado con el Estado tunecino después de la independencia nacional, no lo permite". "Entre otras cosas, en 1964, de las más de 100 iglesias que hasta entonces poseía la comunidad católica de Túnez, la mayor parte fueron expropiadas por el Estado. Actualmente contamos sólo con 5 iglesias y 8 escuelas católicas", relataba el arzobispo.

Y añadía: "Por eso nuestro apostolado es un apostolado de la vida: presentamos a Cristo simplemente tratando de vivir de acuerdo con sus enseñanzas. Ni siquiera podemos comprar o arrendar edificios o recibir donaciones.".

La buena noticia es que "esto no nos impide vivir en armonía con el pueblo tunecino", señalaba monseñor Antoniazzi. "Nuestra comunidad eclesial se compone principalmente de extranjeros, en su mayoría estudiantes y trabajadores procedentes de África subsahariana. Es un desafío pastoral comprometido porque calculamos que cada año se pierden alrededor de un cuarto de los fieles, que regresan a sus países de origen debido a que finalizaron sus estudios o porque terminaron su contrato de trabajo. Esta pérdida se compensa con un cuarto de los recién llegados. En la práctica, nuestra comunidad se renueva por completo cada cuatro años", explicaba el arzobispo de Túnez.+