Al sugerir que la Cuaresma presenta una oportunidad para "la conversión y la renovación interior", Francisco alentó a cuidar a nuestros hermanos más necesitados.
El Papa continuó su ciclo de catequesis sobre vicios y virtudes, deteniéndose en esa "enfermedad del alma" que debe ser combatida, explicó, recordando que Jesús "trae la alegría de la resurrección".
El Papa continuó su catequesis sobre los pecados capitales y definió la ira como un vicio omnipresente y destructivo de las relaciones humanas, que se supera mediante el perdón y la reconciliación.
"Pido evitar todo paso que aumente la tensión", dijo el Santo Padre durante la audiencia general y expresó su cercanía y solidaridad con las víctimas en Erbil.