Francisco pide una 'paz verdadera' y condena los negocios de armas
- 1 de mayo, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco reza por las víctimas de las guerras en el mundo y por las de las inundaciones en Kenia, y lamenta que las inversiones más rentables sea las vinculadas a la industria armamentística.
El Papa Francisco aprovechó una vez más su audiencia general semanal, este miércoles 1º de mayo -día dedicado a san José Obrero y que marca el inicio del Mes Mariano-, para hacer un llamamiento urgente por la paz. Además de Ucrania y Tierra Santa, también mencionó a los rohingya y a Myanmar.
Es “terrible” ganar dinero con la muerte, dijo el Santo Padre, refiriéndose a los beneficios del negocio de armas. También mencionó a las víctimas de las recientes inundaciones en Kenia, que dejaron sin hogar a 190.000 personas.
“Oremos por los pueblos que son víctimas de la guerra”, dijo también Francisco, en su saludo en italiano al final de la audiencia. La guerra es “siempre una derrota, siempre”, reiteró Francisco, una vez más.
Y agregó: “Pensemos en la Ucrania atormentada, que tanto está sufriendo. Pensemos en los pueblos de Palestina e Israel, que están en guerra. Pensamos en los Rohingya, en Myanmar, y pedimos paz, pedimos una paz verdadera para esos pueblos y para el mundo entero".
Finalmente, el Papa reiteró que las fábricas de armas son hoy, "lamentablemente", las inversiones "que más dinero reditúan”: “¡Es terrible ganar dinero con la muerte! Pedimos paz, que sea paz”.
Oración por las víctimas de las inundaciones en Kenia
La cercanía espiritual de Francisco se extiende también al pueblo de Kenia, "en este momento en el que una grave inundación se ha cobrado, trágicamente, la vida de muchos de nuestros hermanos y hermanas, además de herir a otros y causar una destrucción generalizada", expresó el Santo Padre en su saludo a los peregrinos angloparlantes.
Los efectos de la tormenta que azotó Nairobi (capital de Kenia) y la cercana zona de Mai Mahui, junto con nuevas inundaciones en el país desde marzo, se cobraron hasta ahora, al menos, 169 vidas y otras 91 personas están desaparecidas. Más de 190.000 personas se están viendo afectadas en total, en el país africano, por esos fenómenos.
"Los invito a orar por todos aquellos que sufren los efectos de esa catástrofe natural", dijo el Papa, quien recordó que, "incluso en medio de la calamidad, debemos recordar la alegría de Cristo resucitado".+