La violencia en Kivu del Norte obligó a 1,2 millones de personas a huir de sus hogares, provocando un mayor deterioro en el contexto de la crisis humanitaria que ya venía padeciendo el país africano.
El secretario de Estado del Vaticano llegó a ese país, donde el 80% de la gente vive en la pobreza y en una inseguridad creciente, especialmente desde el inicio de la actual guerra en Tierra Santa.
El pontífice se suma al Día Mundial del Refugiado, promovido por la ONU pidiendo a los Estados garantizar condiciones humanas a los refugiados y facilitar su integración.
"La situación que se vive no se puede describir con palabras", compartió el padre Víctor Auguste SDB, misionero salesiano en Puerto Príncipe. "El estado de anarquía es casi total", describió.