El episcopado pidió respuestas urgentes del gobierno para las personas abandonadas a su suerte y la anulación de la enmienda a la Constitución que concentró demasiados poderes en el presidente.
Un balance de la organización caritativa internacional, arroja 2.421 víctimas civiles, 3.389.044 refugiados (incluidos al menos 1.500.000 de niños) y casi 6.500.000 de desplazados internos.
El representante del Vaticano ante las Naciones Unidas renovó la petición del Papa de establecer una mesa de diálogo y defender los derechos humanos en el país asiático.
En su carta, los patriarcas y obispos católicos destacan también la necesidad de apoyar la presencia cristiana en la región a través de las instituciones de la Iglesia