'No olviden al pueblo de Myanmar', exhortó el Papa
- 5 de noviembre, 2025
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Al concluir su audiencia general el Santo Padre dirigió sus pensamientos a quienes siguen sufriendo en medio de los numerosos conflictos armados del mundo.
Guerra civil y crisis humanitaria en Myanmar
"Los invito a unirse en oración por todos los que sufren a causa de los conflictos armados en diversas partes del mundo; pienso en particular en Myanmar", dijo el Santo Padre durante la audiencia de este miércoles en la Plaza de San Pedro.
León XIV hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que "no olvide al pueblo birmano y le brinde la asistencia humanitaria necesaria".
Las oraciones del Papa por Myanmar se produjeron mientras el país sigue enfrentando una de las peores crisis humanitarias del mundo. Casi cinco años después de que los militares tomaran el poder mediante un golpe de Estado que derrocó al gobierno democráticamente electo, el conflicto civil ha causado la muerte de miles de personas y el desplazamiento de más tres millones.
Lo que comenzó como protestas masivas contra el golpe de Estado de 2021 se convirtió en violentos enfrentamientos entre las fuerzas prodemocráticas y los grupos armados étnicos contra la junta militar.
Pueblos enteros fueron destruidos por los bombardeos y los combates, mientras que millones más carecen de acceso a alimentos, medicinas y refugio. Las Naciones Unidas estiman que más de la mitad de la población de Myanmar requiere ayuda humanitaria.
La crisis de los rohinyás
Sin embargo, la grave situación en Myanmar se remonta a antes del golpe de Estado de 2021. El gobierno civil depuesto por los militares había enfrentado la condena internacional por su manejo de la crisis de los rohinyás, durante la cual los miembros de la minoría musulmana fueron sometidos a violencia extrema y sistemática.

Cuando el ejército de Myanmar inició su campaña en agosto de 2017, esta incluyó asesinatos generalizados, violencia sexual, tortura y la destrucción de aldeas enteras. La Misión de Investigación de las Naciones Unidas sobre Myanmar describió las acciones del ejército como llevadas a cabo con "intención genocida".
A principios de 2018, más de 700.000 rohinyas habían huido al vecino Bangladesh, sumándose a los desplazados por las anteriores oleadas de persecución. Quienes permanecen en el estado de Rakhine, en Myanmar, siguen enfrentando severas restricciones a la libertad de movimiento, la negación de la ciudadanía y una vida en condiciones similares al apartheid.
La violencia fue perpetrada principalmente por los mismos militares que posteriormente tomaron el poder en 2021. Sin embargo, el gobierno civil de entonces no intervino.
La comunidad internacional condenó estos actos, pero los generales responsables apenas rindieron cuentas.
Tan solo cuatro años después, en febrero de 2021, los mismos generales -liderados por Min Aung Hlaing- dieron un golpe de Estado, derrocando al gobierno democráticamente electo de Aung San Suu Kyi. Esperaban consolidar su poder rápidamente. En cambio, provocaron una ola de resistencia nacional sin precedentes.
Desde entonces, el ejército empleó las mismas tácticas brutales que utilizó contra los rohinyás, esta vez contra todo el pueblo de Myanmar. La población, de todas las etnias y religiones, ha sufrido, por lo tanto, años de opresión, discriminación y pérdidas bajo sucesivos regímenes.+
