Sábado 28 de septiembre de 2024

El Card. Parolin visita el Líbano y alienta la elección de un presidente

  • 25 de junio, 2024
  • Beirut (Líbano) (AICA)
El secretario de Estado del Vaticano llegó a ese país, donde el 80% de la gente vive en la pobreza y en una inseguridad creciente, especialmente desde el inicio de la actual guerra en Tierra Santa.
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Por invitación de Marwan Sehnaoui, presidente de la Asociación libanesa de los Caballeros de Malta, rama local de la Orden, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin llegó al "País de los Cedros" el domingo 23 de junio, para un viaje oficial de cinco días que terminará el jueves 27. El programa del cardenal es denso e incluye una visita a las estructuras humanitarias de la Orden, así como encuentros con las máximas autoridades del país, con representantes de la Iglesia local y con autoridades religiosas musulmanas. 

El domingo 23, en efecto, el purpurado mantuvo encuentros con las autoridades civiles, el Patriarcado maronita, miembros de la Iglesia local y con los demás patriarcas y líderes religiosos. 

El lunes 24, el secretario de Estado del Vaticano celebró una misa por la solemnidad de san Juan Bautista, patrono de la Orden de Malta, en presencia de la embajadora de la Orden en el Líbano, Maria Emerica Cortese, y de funcionarios del Estado. Parolin recordó el compromiso de la Orden con los más desfavorecidos y, también, que la grave situación económica del país de Oriente Medio exige cada vez más generosidad

El testimonio de la convivencia
En su homilía el secretario de Estado del Vaticano aclaró que el servicio de la Orden de Malta hacia los más débiles no es "simplemente de carácter humanitario, porque se trata de una acción religiosa fundada en la fe en Cristo", que prefiere a los últimos y, mirando hacia los acontecimientos actuales, prosiguió: "Que la grave situación económica del Líbano los lleve a ser cada vez más generosos para satisfacer las necesidades de los más desprovistos, para tratar de aliviar la carga de muchas personas, con la esperanza de un futuro mejor, más justo y equitativo".

El testimonio de la convivencia
En el servicio, continuó el cardenal Parolin, están llamados a mostrar la alegría, la fe y la esperanza que experimentaron Isabel y Zacarías, a ser como Juan, testigos de Cristo, y "hoy tenemos una gran necesidad de testigos creíbles" a nivel personal, en la familia y como Iglesia.

"La Iglesia en el Líbano -recordó el funcionario vaticano- también debe dar testimonio, según su alta misión de mantener vivo y eficaz el mensaje de vivir juntos, que es una característica de la 'Tierra de los Cedros'. También nosotros debemos ser testigos a nivel nacional, regional e internacional, sin miedo a llevar el Evangelio de Cristo a la vida pública".

Buscando una solución institucional a la crisis
La homilía fue también una oportunidad para relanzar las preocupaciones de la Santa Sede por la prolongada vacancia del cargo de jefe de Estado en ese país de Medio Oriente, un hecho anómalo y preocupante. El Líbano, de hecho, está sin presidente desde noviembre de 2022, y todos los intentos electorales han fracasado, debido a un juego de poder y a los vetos cruzados dentro de la comunidad chií, encabezada por Hezbollah, que quiere imponer su propio candidato. A esto se suma la falta de consenso dentro de la facción cristiana maronita, a la que el jefe de Estado debe pertenecer, según la costumbre constitucional.

El cardenal Parolin se refirió a "un gran vacío" en la escena política del país, ya que "falta la voz del presidente del Líbano", dijo. Y agregó: "Esta ausencia pesa mucho, en un momento tan grave para Oriente Medio".

"En nombre del Santo Padre -prosiguió-, con confianza y esperanza, renuevo este llamamiento a todos los que tienen una responsabilidad, para que la elección del presidente pueda tener lugar rápidamente y el país recupere esa estabilidad institucional tan necesaria para afrontar con seriedad los desafíos actuales".

Por último, el purpurado, concluyó su homilía citando lo que san Juan Pablo II escribió en su exhortación apostólica postsinodal titulada 'Una nueva esperanza para el Líbano', en la que afirmaba que el compromiso de cada persona, "por amor al Señor y a su Iglesia", daría frutos para toda la sociedad libanesa. 

"Entonces, el Líbano -se lee en la exhortación-, la montaña feliz de donde surgió la Luz de las Naciones, el Príncipe de la Paz, podrá florecer plenamente; realizará su vocación de ser luz para los pueblos de la región y signo de la paz que viene de Dios". 

"Que el Evangelio de la salvación sea fuente de fuerza, alegría y esperanza para todos los hombres y mujeres de esta tierra", concluyó Parolin.

Un programa intenso
El Secretario de Estado del Vaticano retornará a Roma el jueves 27, después de visitar algunos de los centros humanitarios gestionados por la Asociación Libanesa de la Orden de Malta, la cual es líder indiscutible en atención primaria de salud en el Líbano. Con sus 10 centros médicos y sociales, en los últimos cuatro años, la organización católica se ha comprometido a promover seis proyectos "agrohumanitarios" para garantizar la seguridad alimentaria en el Líbano.

Según el cardenal, estas realidades representan una respuesta a la grave crisis económica que vive el País de los Cedros: hoy, de hecho, en el Líbano, el 80% de la población vive en condiciones de pobreza y de inseguridad creciente.

Además, Parolin mantendrá una serie de encuentros personales con líderes políticos y personalidades del Líbano. Mientras tanto, el Secretario de Estado vaticano recibió también en audiencia privada al diputado Michel Mouawad, propuesto como candidato por una mayoría parlamentaria hostil a Hezbollah, que resultó empero numéricamente insuficiente para elegirlo. Además, están previstas reuniones formales con el presidente de la Cámara, Nabih Berry, y con el primer ministro saliente, Nagib Mikati.

"Cambiando la cara del Líbano"
Al concluir su visita al centro para discapacitados de Chabrouh (Kesrouan), en las montañas del Líbano, el cardenal Parolin oró para que la acción humanitaria de la Orden esté arraigada en el amor y la alegría cristianos. "De esta manera, podremos cambiar la cara del Líbano", concluyó el cardenal, con palabras que tienen un amplio eco, tanto a nivel humano como moral, en un Líbano inmerso en la precariedad económica y de seguridad.

Parolin participó además de un almuerzo en su honor organizado por el patriarca maronita, cardenal Béchara Raï, en la sede patriarcal de Bkerké. También estuvieron invitados a participar los patriarcas católicos y ortodoxos orientales, y los líderes religiosos musulmanes. Entre los presentes, se encontraban Sleiman Frangié y Gebran Bassil, en representación de las Fuerzas Libanesas, y Kataeb, el muftí suní, líder de los drusos y de los alauitas, mientras que no estuvo registrada ninguna personalidad de la comunidad chií. Durante el almuerzo, el cardenal aseguró que el Papa "sigue de cerca" la evolución de los acontecimientos libaneses.

Finalmente, el cardenal celebrará una misa en Annaya, donde se encuentra la tumba de san Charbel, lugar en el que rezará con los religiosos y religiosas del Líbano.+